No hay duda de que la pastelería alemana es una de las más exquisitas; sus ricos postres son apreciados en todo el mundo.
Aunque con nombres un tanto difícil de pronunciar, vale la pena conocer sus delicias.
La mayoría de los postres, provenientes de distintas regiones, tienen como ingredientes en su mayoría chocolate, queso y frutas.
Pfannkuchen Su nombre significa “pastel al sartén” y son los
crepes que todos conocemos. Se comen tanto en el desayuno como después del almuerzo o cena.
Pudin de Welf Es un pudín en dos capas, una inferior realizado con clara de huevo batida y en la parte superior una de crema hecha con yema de huevo, vino blanco y unas gotas de jugo de limón.
Selva Negra Esta torta lleva este nombre por la región de Alemania, Selva Negra, de donde es oriunda y que en alemán se denomina Schwarzwäld. Es ahí donde se destila un licor llamado Schwarzwälder Kirsch a partir de cerezas, componente fundamental de esta delicia. Por otra parte, su increíble sabor se debe también al bizcochuelo de chocolate.
Apfelstrudel Muy típico de la zona del Sur de Alemania (y Austria) es un hojaldre relleno de compota de manzana con pasas de uva y ron. Ideal para servirlo en caliente con helado.
Bienenstich Consiste en un pastel en tres capas, siendo la primera una masa quebrada con levadura, la segunda un relleno de mantequilla, azúcar y crema de almendras y por último una superior con almendras caramelizadas.
¡¿Cómo no tentarse?!
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