Para comenzar, preparamos la olivada de aceitunas. Para ello, pelamos y cortamos la mitad de una cebolla en juliana. Hacemos lo mismo con el diente de ajo.
Luego, tomamos un recipiente para macerar las aceitunas. Las rociamos con un chorro de aceite de oliva y añadimos el ajo, la cebolla, el romero, el tomillo, el orégano y las alcaparras. Debemos dejarlo reposando por lo menos un día para que tome más sabor.
Pasado el tiempo, vertemos la mezcla en una procesadora y añadimos un poco más de aceite. Trituramos todo y obtenemos una especie de paté de aceitunas. Reservamos.
Por otro lado, escaldamos los tomates. Para ello, primero los lavamos y les hacemos a cada uno un corte en forma de cruz en la parte inferior. Debe de ser un corte superficial, así que es suficiente con cortar la piel.
A continuación, en una olla con agua hirviendo, colocamos los tomates hasta que veamos que empiezan a soltar la piel. Retiramos y los llevamos a un recipiente con agua fría. Dejamos por unos minutos y les retiramos la piel. Con la ayuda de un cuchillo le quitamos su interior y reservamos toda la pulpa para el salmorejo. Los tomates deben quedar con una bonita forma para que luego al rellenarlos la presentación sea atractiva.
Seguidamente, tomamos un poco de pan, si es del día anterior, mejor. Lo ponemos en un bol con agua. Le agregamos un poco de sal y lo dejamos durante unos minutos en remojo.
Mientras tanto, elaboramos el tartar de verduras. Para ello, pelamos la otra cebolla y el pepino y los cortamos en cuadraditos pequeños. Hacemos lo mismo con el hinojo y los rábanos. Vertemos todo en un bol, aliñamos con aceite, vinagre de Jerez y salpimentamos.
Por último, preparamos el salmorejo. Para ello, pelamos y picamos un ajo y cortamos la rebanada de pan en trozos pequeños. Licuamos todo en un vaso con la pulpa de los tomates y un chorrito de aceite. Para darle un toque de aroma colocamos un poco de albahaca. Lo aliñamos con sal y vinagre de Jerez al gusto y lo colamos.
Para servir, rellenamos el tomate con el tartar de verduras. Luego, colocamos la olivada en la base del plato con el que vamos a servirlo y, por encima, ponemos el tomate boca abajo. Con una cuchara rociamos el salmorejo sobre el tomate.
Terminamos con una cucharadita de olivada en la cima para pegar sobre ella los brotes de lechuga en forma de bouquet. Rociamos con un chorrito de aceite y decoramos con los pétalos de flor y finas tiras de rabanito.