Comenzamos mezclando 500 gramos de harina integral, 500 gramos de harina blanca y 10 gramos de sal.
Hacemos un hueco en el centro y añadimos 25 gramos de levadura fresca, 1 taza de agua tibia, 1 cucharada de azúcar de caña y 1 chorrito de aceite de oliva.
Amasamos de adentro hacia afuera, añadiendo agua hasta obtener una masa suave, blanda y lisa.
Dejamos levar hasta duplicar el volumen. Espolvoreamos con harina en una placa de horno.
Luego, estiramos el bollo con las manos y cortamos en rectángulos. Llevamos a la placa, rociamos con agua, espolvoreamos con harina y horneamos a 180° hasta que leven y estén cocidos.