Secretos para elaborar una salsa bechamel

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En general, la salsa se utiliza para gratinar platos o para acompañar pastas, verduras o en la elaboración de croquetas. Pero la lista no queda ahí, hay infinidad de comidas que se pueden preparar con la bechamel.
Vamos ahora con los pasos básicos para lograr una buena salsa. Lo primero que debemos hacer es tamizar la harina para preparar el roux. Luego, en una sartén o cacerola a fuego medio, derretimos la manteca por completo. A continuación, añadimos la harina de a poco, y con la ayuda de una espátula o cuchara de madera, revolvemos hasta que se integre totalmente.
Continuamos revolviendo hasta que la harina se termine de cocinar. Debe quedar una masa de textura cremosa. Si la harina está bien cocida, la salsa te quedará sabrosa. De lo contrario, será difícil que la bechamel te quede bien. Así que hay presta atención en este punto y a no quitar los ojos del roux.
Después llega el turno de la leche. Para ello, vamos a bajar el fuego al mínimo y la incorporamos de a poco hasta terminar. Es importante que la leche no esté fría, debe estar a temperatura ambiente o caliente. Seguimos removiendo sin parar hasta conseguir una textura cremosa y homogénea.
Cuando tengamos lista la bechamel, condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada.
La salsa deberá ser más líquida o más sólida de acuerdo a la comida a la cual esté destinada. En el caso de necesitar una salsa más líquida, habrá que disminuir la cantidad de harina y de manteca en forma proporcional. También se puede agregar más leche.
Ingredientes:
½ litro de leche
50 gr de manteca/mantequilla
50 gr de harina
Pimienta, sal y nuez moscada a gusto
Platos con bechamel:
Crepes de espinaca con bechamel
Croquetas de pollo
Canelones rellenos de carne
Brócoli gratinado con salsa blanca
Croque monsieur
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