Engrasar ligeramente dos moldes redondos de 20 cm.
Forrar el fondo de los moldes con papel pergamino y espolvorear los lados con harina, eliminando el exceso.
Tamizar la harina, el azúcar y la levadura en polvo en un bol grande.
Añadir la ralladura y la mantequilla y mezclar con batidores eléctricos (o en una batidora con el accesorio para batir) a velocidad media-baja hasta que la mezcla se desmenuce y no se vean trozos grandes de mantequilla.
Añadir los huevos y mezclar a velocidad baja hasta que se combinen y, a continuación, aumente la velocidad a media y mezclar hasta que la masa esté suave, espesa y pálida, aproximadamente unos 90 segundos.
Dividir la masa entre los dos moldes, extiéndala hasta nivelarla y hornee de 30 a 35 minutos. Estará lista hasta que al insertar un probador en el centro de un pastel éste salga limpio.
Dejar enfriar los pasteles durante 15 minutos en sus moldes y luego volcar el pastel sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
Para montar la tarta, remover la mermelada para soltarla y extender sobre una de las capas de la tarta enfriada.
Cubrir con la segunda capa de bizcocho y espolvorear la parte superior con azúcar glas.