Hervimos agua en una olla grande honda. Agregamos sal y dejamos que recupere el hervor. Agregamos la pasta y cocinamos de 7 a 11 minutos o hasta que esté al dente (suave por fuera y firme por dentro). Escurrimos.
Picamos finamente el ajo y la cebolla. Acitronamos la cebolla y el ajo en un poco de aceite de oliva un par de minutos hasta que se torne un poco transparente. Añadimos la carne molida, revolvemos bien con una pala y continuamos cocinando hasta que ya no se vea rosa. Agregamos los tomates cortados en cubos y sin piel, sazonamos con sal y cocinamos a fuego bajo durante 15 minutos. Agregamos algunas hojas de laurel y albahaca.
Colocamos la pasta en dos platos. Cubrimos cada uno con la salsa. Espolvoreamos con queso parmesano. Servimos inmediatamente.