En una sartén pondremos el aceite de oliva junto con los pimientos del piquillo y los dientes de ajo, lo acercamos al fuego medio y a confitar unos 40 o 50 minutos. (Es importante guardar el jugo que traen los pimientos en la lata)
Una vez bien pochados, retiramos los pimientos a una bandeja, ponemos a punto de sal y azúcar, y rociamos con el jugo de los pimientos.
Horno medio 150º 160º hasta que caramelicen unos 20 minutos.