Poner para el almíbar todos los ingredientes a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante 10 minutos.
Retirar el almíbar del fuego y enfriar a temperatura ambiente antes de colar la naranja y las especias y enfriar hasta que se vaya a utilizar.
Mezclar la harina, la levadura, el azúcar, las semillas de anís y la sal en un bol grande.
Añadir el camote y el agua con gas y remover para combinar.
Utilizar una espátula u otro utensilio flexible y bajar la masa de la pared del bol para tenerlo todo- la mezcla será suave y elástica.
Cubrir el bol y colocar en la encimera durante al menos 4 horas, o enfríelo toda la noche. El reposo no puede pasar las 16 horas.
Calentar el aceite a 350F (180F) en una olla grande para freír, llenándola sólo hasta la mitad (pero con al menos 2 pulgadas de aceite).
Tener preparada una bandeja forrada con papel de cocina y una rejilla colocada encima, así como una araña o espumadera, una cuchara de madera y un bol con agua para sumergir la mano.
Remover la masa fermentada para desinflarla.
Meter una mano en el agua (intente mantener la otra mano seca y limpia, si puede) y sacar un trozo de masa de unas 2-3 cucharadas.
Enrollar la masa entre los dedos y hacer un agujero en el centro, dejando que el peso de la masa haga que el agujero se abra hasta alcanzar un tamaño mayor, a medida que mueve la masa (puede que esto le lleve varios intentos).
Dejar caer suavemente y con cuidado el picarones en el aceite y repetir con unos cuantos trozos más de masa, teniendo cuidado de no llenar demasiado la olla.
Utilizar el extremo del mango de la cuchara de madera para mover los picarones y darles la vuelta a mitad de la cocción.
Cocinar los picarones durante unos 5 minutos en total, hasta que estén bien dorados.
Retirar los picones del aceite y colocar en la rejilla para que se escurran y se enfríen un poco.
Repetir con el resto de la masa. Mientras están calientes, colocar los picarones en un plato y rociar con el almíbar.