Forrar los fondos con papel vegetal y espolvorear los lados con harina quitando el exceso.
Verter el café caliente sobre el chocolate en un bol pequeño.
Dejar reposar por un minuto y batir la mezcla hasta que esté suave. Podemos hacerlo mientras aún esté caliente.
Tamizar la harina, el azúcar, el cacao en polvo, el bicarbonato de sodio, la levadura y la sal en el recipiente la batidora con el accesorio de la pala.
Añadir el azúcar moreno, el aceite y los trozos de mantequilla mezclándolos a velocidad media, aproximadamente 3 minutos, hasta que los trozos grandes de mantequilla ya no sean visibles.
Batir la leche, los huevos, la yema de huevo y la vainilla.
Echar todo a la masa de harina y mezclar a velocidad baja hasta que los ingredientes se integren.
Aumentar la velocidad a media, batiendo hasta que la mezcla quede suave y espesa, aproximadamente 1 minuto.
Añadir el chocolate fundido y mezclar nuevamente a velocidad media hasta que quede suave, aproximadamente 2 minutos.
Dividir la masa entre los moldes, dándole un golpe a los moldes para eliminar las burbujas de aire.
Hornear la masa de 30 a 35 minutos.
Dejar enfriar en los moldes y después desmoldamos para que se enfríe.
Relleno
En una cacerola mediana calentar 125 ml de leche, agua, cacao en polvo y 70 g de azúcar.
Mezclar y dejar a fuego medio.
Mientras la leche se calienta, en un bol mediano batir 60 ml de leche y agua con 70 g de azúcar, las yemas de huevo y la maicena.
Extender la mayor parte del relleno restante sobre la parte superior, haciéndolo lo más nivelado posible y usamos el relleno restante para cubrir los laterales. Si la ganache aún está demasiado fluida, enfriamos el pastel hasta que esté listo.
Con ayuda de una espátula alisar la ganache en los laterales y el borde superior de la tarta.