Para comenzar, dentro de un recipiente de madera de 32 cm de ancho y altura 25 cm (o en una olla de las mismas dimensiones), introducimos una olla alta más pequeña que quepa en el primer recipiente con un espacio sobrante de 5 – 10 cm.
Luego, llenamos el espacio que queda entre los dos recipientes con hielo y sal. Reservamos durante 10 minutos.
Mientras tanto, en un bowl, mezclamos el mascarpone, el azúcar y la leche. Cuando tengamos una mezcla homogénea, vertemos el contenido del bowl en la olla pequeña y removemos con una varilla. Vamos dando vueltas a la olla para conseguir que el helado se pegue a las paredes del recipiente y cuaje con el frío que le proporciona el hielo y la sal.
Cuando hayamos obtenido una textura cremosa, lo presentamos en una copa y decoramos con un poco de ralladura de limón y de naranja.
Para terminar, añadimos unos pistachos y servimos.