En un bowl ponemos la leche, deshacemos la sal en ella y luego la levadura. Añadimos la harina y amasamos hasta que tengamos una masa compacta pero blanda. La dejamos tapada y que descanse unos 15 minutos antes de seguir amasando unos 10 minutos más. Después, tapamos con film hasta que doble su tamaño.
Salamos las paletas, las ponemos en una fuente apta para horno con un poco de agua en la base y tapamos con papel de aluminio. Horneamos a 200º durante 2 horas. Después destapamos la fuente y seguimos horneando a 200° hasta que dore muy bien.
Por otro lado, distribuimos la masa en una placa de horno untada con aceite y dejamos que leve un rato antes de hornearla. Cuando la focaccia esté esponjosa, horneamos a 190º durante unos 25 o 30 minutos. Sacamos la focaccia de la fuente y la cortamos por la mitad. Desmenuzamos la carne, la mezclamos con los jugos que se han formado en el fondo de la fuente y la ponemos dentro de la focaccia.
Por último, mezclamos el yogur con la menta picada, el jugo de limón y un poco de ralladura también. Añadimos una pizca de sal y napamos la carne. Tapamos con la otra mitad y a disfrutar.