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Almejas a la plancha con pesto de rúcula y ahumado de mejunje
Aprende a preparar esta receta de Almejas a la plancha con pesto de rúcula y ahumado de mejunje, de la mano de Borja Blazquez por elGourmet

Autor
Programa
Ingredientes
4- Aceite De Oliva125 g
Conversión
Kg. 0.13 Onza(s) 4.41 Libra(s) 0.28 - Queso Parmesano150 grs.
Conversión
Kg. 0.15 Onza(s) 5.29 Libra(s) 0.33 - Rúcula1 Manojo pequeño
- Ajo3 Dientes
- Almejas vivas3 Docena
- Mejunje
- Vino Blanco100 cc
Conversión
Taza(s) 0.67 Pocillo(s) 1 Vaso(s) 0.50 Jarrito(s) 0.40 Cucharada(s) 6.67 Cucharada(s) de té 20 Cucharon(es) 0.38 Litro(s) 0.10 - Agua50 cc
Conversión
Taza(s) 0.33 Pocillo(s) 0.50 Vaso(s) 0.25 Jarrito(s) 0.20 Cucharada(s) 3.33 Cucharada(s) de té 10 Cucharon(es) 0.19 Litro(s) 0.05 - Jugo de Limón1 Unidad
- Ajo2 Dientes
Preparación de la Receta
- Preparación con bivalvos
- Para conservar vivos a los bivalvos, debemos preparar agua salada con 20 gramos de sal por cada litro de agua. Es conveniente cepillarlos y enjuagarlos, si vamos a trabajar con las valvas.
- Antes de comenzar, conviene ir haciendo marchar las almejas. En este caso, lo haremos a la plancha, aunque también puede ser a la parrilla.
- Elaboración
- El mejunje lo iremos agregando a las almejas cuando empiecen a abrir.
- Preparar el pesto de rúcula majando en el mortero el ajo, rúcula, aceite de oliva, sal y el queso parmesano.
- Majar en mortero también los ingredientes del mejunje hasta obtener un jugo con el ajo disuelto.
- Cocción
- Calentar bien una plancha gruesa y poner las almejas, a medida que vayan abriendo. Por efecto del calor seco, liberarán un juguito que se evaporará muy rápido. Así se irán ahumando.
- Agregar el mejunje pintando encima y alrededor sobre la plancha para que los vapores las ahúmen y saboricen, apenas las almejas empiecen a abrir. Volvemos a hacerlo cuando las almejas se han abierto completamente. Si alguna no se abrió, nunca hay que abrirla a la fuerza.
- Ponemos las almejas en un plato y les agregamos el pesto de rúcula encima, aunque no demasiado, ya que los sabores son suaves y no hay que taparlos. Cuando un molusco se abre está en el punto exacto para ser comido y queremos preservar ese sabor.