Las cosas ricas y el buen vino son para compartir. Pero estamos en tiempos difíciles en todo el mundo y somos muchos solos y solas.
Les sugiero algunas ideas para preparar delicias en pocos minutos.
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Hay ciertos días, después de tantos meses de encierros que se nos ocurre prepararnos un plato que nos demanda algún esfuerzo.
Me hice una clásica torta pascualina con la masa incluida que me demandó bastante trabajo. Tuve que comer durante cuatro días mi creación y un recuerdo de mi nona genovesa. Nunca más.
Por supuesto la solución es el freezer, pero la esencia de las cosas no será la misma y el delivery me resulta melancólico.
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Descubrí en más de un año de vivir conmigo misma ciertos platos estimulantes como los revueltos de huevos con champiñones y hierbas o con jamón crudo y espárragos. También algunos platos probados por el mundo que no me toman más de cinco minutos.
A base de carne, escalopes finos de lomo, sarteneados en manteca vuelta y vuelta, con estragón y un chorrito de Malbec acompañado con papas naturales o mejor papines sabrosos. Una especie de clasicismo de bistró parisino ochentoso.
O como en Italia, especialmente en el norte, los mismos bifecitos envueltos en jamón crudo con una hoja de salvia que se mantiene con un palillos, sarteneados en aceite de oliva y un chorrito de aceto balsámico o de vino blanco. Son los famosos Saltimbocca alla Romana. La guarnición, los mismos papines, amigos de las salsas de cocción.
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En España, especialmente en Galicia, probé el solomillo de cerdo al ajillo. Solo hay que macerar fetas de solomillo en ajo picado, aceite de oliva y un buen pimentón- de Murcia o de Cachi- que se saltean en la sartén caliente y se añade chorrito de vino blanco.
Los langostinos crudos y limpios se pueden cocinar del mismo modo, al ajillo.
Supremas de pollo, cortadas muy delgadas, saltadas en aceite de oliva, tomillo o estragón y vino blanco al final.
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En cuanto a pescados prefiero, antes que freir, una técnica inmediatista que me enseñó un belga: un plato de loza sobre una cacerola de agua hirviendo sobre el que se pone el filet con sal, unas gotas de limón y hierbas. Se tapa con otro plato de loza. En poco minutos, perfecto en su cocción.
Por suerte también existen las pastas secas, en recetas ultrarrápidas. Como con pesto, que se hace en unos minutos, en la licuadora a base de aceite de oliva, albahaca, sal gruesa, ajo y unas cucharadas del jugo de cocción de la pasta. O la misma pasta con manteca, algunas hojas de salvia y un buen parmesano. Lo importantes que sea raudo, es decir que se pueda preparar inmediatamente, y sobre todo que no sobre.
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