Muchos creen que los productos orgánicos son una cuestión de marketing y que detrás de ellos no hay más que publicidad y snobismo. Sin embargo, ocurre todo lo contrario. Los productos orgánicos no son una moda.
Consumir este tipo de alimentos tiene un montón de beneficios no sólo para la salud humana sino también para la protección y el cuidado del medio ambiente ya que:
-No contienen ningún aditivo o conservante.
-Su cultivo es natural, o sea, que en su producción no interviene ningún proceso artificial.
-No fueron rociados con pesticidas o químicos nocivos para la salud y para la tierra, el aire y el agua.
-No fueron sometidos a ningún tratamiento con antibióticos.
Todo esto hace que los alimentos sean más saludables, más sabrosos y que conserven su sabor natural. Además, la no utilización de métodos artificiales para la producción de alimentos contribuye al cuidado y la conservación del ecosistema ayudando, de este modo, a prevenir el efecto invernadero.
La diferencia entre los alimentos orgánicos y los que no lo son es grande y, si bien, todos sabemos que los primeros son más costosos, vale la pena consumirlos. Estos poseen más nutrientes y están libres de plaguicidas que pueden afectar de diversas formas a nuestro organismo.
La elección es personal pero créeme que cuando empieces a consumir sólo alimentos orgánicos no querrás volver a los otros. No solo no dañarán tu organismo sino que además disfrutarás del verdadero sabor de las carnes, huevos, frutas y verduras, entre otros.
Si tienes un espacio verde, por más pequeño que sea, aprovéchalo y comienza a cultivar en tu propia casa.
Aquí te dejo algunas recetas elaboradas con alimentos orgánicos para que vayas agendando y pongas en práctica:
Torta escandinava de avena y manzanasPan de salvado con pasas y nueces y chutney de ciruelas Pollo en costra de semillasTartas saladas