Para la ganache de chocolate blanco, en una olla hervimos la crema. Agregamos una chaucha de vainilla con sus semillas raspadas y cuando llegue al punto de ebullición volcamos en un bol de vidrio sobre el chocolate blanco picado o en monedas y mezclamos suavemente con batidor.
Reservar en frío por 24 horas.
Para las trufas, una vez fría la ganache hacemos bolitas del tamaño de una nuez chica y las pasamos por azúcar im-palpable. Retiramos el exceso de azúcar impalpable, pasamos por el chocolate blanco templado (a 29 °) y llevamos a escurrir a una reja de pastelería. Rociamos con granas blancas y reservamos.