Para el adobo, tostamos 2 chiles poblanos, 2 chiles guajillos y 3 chiles morita. Para ello, primero los llevamos a la llama y cuando comience a generar humo los pasamos a una sartén hasta tostar sin que se quemen y se vuelvan crocantes. Le retiramos las semillas y dejamos que se enfríen.
Luego, en un mortero, molemos los chiles y los pasamos por un colador.
Mezclamos hasta obtener una pasta de chile molido y colado con 1 cuchara de té de pimentón dulce, 2 cucharas grandes de jugo de naranja, 2 cucharas grandes de aceite de oliva, 1 cuchara de té de achiote en pasta, 1 cuchara de postre de vinagre de vino y ½ cuchara de té de canela en rama tostada y picada.
Para la salsa asada, tostamos intensamente sobre una plancha 1 tomate, 1 morrón verde, 1 cebolla blanca, ½ cabeza de ajo, 1 jalapeño (sin semillas), y molemos en un mortero con un hilo de aceite de oliva. Añadimos un puñado de hojas de cilantro, ½ palta en cubos y mezclamos.
Para el relleno de camarón y carne de cerdo, retiramos la cabeza a los 5 camarones grandes frescos y los marinamos en el adobo reservado con una pizca de sal de mar. Reservamos.
Retiramos el hueso al asado de cerdo y reservamos.
Luego, cortamos lonjas finas de panceta fresca, reservamos.
Luego, sobre 3 tortillas para tacos colocamos una cucharada de aioli negro (mayonesa con ceniza de chile) y en cada una agregamos un trozo de panceta cocida, 1 de cerdo y 1 camarón. Terminamos con 1 cuchara de salsa por encima.