Para comenzar, cocinamos en el microondas, las zanahorias cortadas en juliana con sal y un poquito de aceite de oliva durante 1 ½ minuto.
Retiramos los cabos de los hongos shitake frescos y llevamos a una sartén al fuego del lado de la piel, rociamos con aceite de oliva los hongos y cocinamos suavemente hasta que estén blandos.
Damos unas vueltas, apagamos el fuego y reservamos en la sartén.
Por otro lado, cortamos 1 pechuga de pollo en fetas de 1 cm y en una sartén caliente con aceite de oliva cocinamos el pollo hasta dorar de 1 lado, damos vuelta, bajamos el fuego al mínimo y terminamos la cocción.
Para la salsa de miso, en un bol, mezclamos hasta unificar 1 cucharada grande de miso, 1 de mayonesa, 1 cucharada azúcar, 1 cucharada grande de sake, 1 de vinagre de manzana, 1/3 de diente de ajo rallado y la misma cantidad de jengibre rallado. Reservamos.
Para el emplatado, colocamos las zanahorias en la base de un plato junto a las hojas de rúcula, los hongos shitake salteados y el pollo.
Terminamos con la salsa por encima de todos los ingredientes.
Decoramos con semillas de sésamo negro y servimos.