Remover bien con una cuchara y dejar reposar sobre 10 o 15 minutos. La leche se volverá un poco más espesa casi como si fuera yogur, aparecerá como si se hubiese cortado.
Con una batidora equipada con el accesorio de pala, mezclar la mantequilla y el queso crema hasta que la mezcla quede suave.
Añadir el azúcar glas (en dos partes) y la vainilla batiendo primero a velocidad baja y luego aumentando a medio-alto, quitando los residuos de las paredes del recipiente.
Batir hasta que la mezcla quede esponjosa, aproximadamente 2 minutos.
Taparlo y guardarlo en la nevera.
Al sacarlo lo dejar que se ablande durante unos 30 minutos.
Echar las claras de 6 huevos y el azúcar en un recipiente de metal.
Colocar sobre una cacerola llena de 5 cm de agua hirviendo a fuego lento.
Batir a mano constantemente hasta que la mezcla alcance una temperatura de 65 °C en un termómetro de repostería, aproximadamente 6 minutos.
Verter la mezcla a un bol y con una batidora eléctrica batimos a alta velocidad hasta que el merengue se haya enfriado a temperatura ambiente (en este punto mantendrá un pico rígido).
Con la batidora a alta velocidad, añadir despacio la mantequilla en trozos. Al principio, el merengue mantendrá su volumen, luego la crema de mantequilla se desinflará un poco y se volverá muy cremosa.
Incorporar la vainilla.
Usar inmediatamente o cubrir y guardar en la nevera o congelador para su uso posterior.
Para usar el glaseado una vez que se haya enfriado, lo dejar a temperatura ambiente.
Volver a batirlo para que quede esponjoso y fácil de untar.
Armado
Cortar cada bizcocho por la mitad de modo que tengamos 4 capas de 23 × 33 cm cada una.
Poner la primera capa de bizcocho de chocolate en una tabla de cortar o en un soporte para las tartas.
Extender una capa uniforme de crema de queso (usando aproximadamente un tercio) y luego esparcir 125 ml de mermelada.
Colocar una segunda capa del bizcocho y repetir con crema de queso, pero sin la mermelada.
Seguir con la tercera capa de bizcocho, crema de queso , 125 ml restante de mermelada y la capa final de bizcocho.
Enfriar la tarta durante una hora antes de glasearla.
Verter una cantidad generosa de crema de mantequilla suiza sobre la tarta y extender de tal manera que la tarta esté completamente cubierta y la crema esté nivelada.
Aplicar el glaseado a los lados de la tarta, extendiéndolo para que se encuentre con el glaseado que sobresale desde la parte superior para hacer un borde.
Usar el glaseado restante para colocar los detalles alrededor del borde superior y decorar la tarta.