Mientras tanto, mezclamos las yemas con el azúcar.
Cuando el chocolate esté fundido, dejamos que atempere y lo añadimos a la mezcla de yemas y azúcar.
Por otro lado, preparamos el almíbar. Para ello, en un cacerola al fuego agregamos el agua, el azúcar y la piel del limón.
Luego, pelamos las peras, dejándoles el rabito y las colocamos en la cacerola del almíbar hasta que estén blandas.
Seguidamente, montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Y las mezclamos con el chocolate y las yemas con movimientos suaves y envolventes para evitar que bajen lo menos posible.
Una vez que los ingredientes estén bien integrados, los disponemos en cazuelas individuales. Disponemos una pera en cada cazuela y las llevamos a la heladera durante 2 horas.
Pasado este tiempo, ya podemos servir nuestro postre.