Para comenzar, batimos con lira la manteca con el azúcar común hasta blanquear. Perfumamos con la ralladura de 1 limón y 1 cucharada de esencia de vainilla. Incorporamos los huevos de a uno y mientras continua el batido añadimos la ricotta de leche entera.
Por otro lado, mezclamos la harina de maíz superfina, la harina de almendras, el polvo de hornear sin tacc y 1 cucharita de bicarbonato de sodio. Reservamos los secos.
Luego, incorporamos al batido el yogur natural y, por último, los secos.
Pasamos la masa a un bol y trabajamos con espátula.
Añadimos las frutas rojas congeladas (moras, arándanos, frambuesas).
Llevamos a un molde de 24 x 10 enmantecado y espolvoreado con harina de almendras.
Alisamos, agregamos 50 g de frutas rojas congeladas por encima. Terminamos con 50 g de azúcar negra sobre la superficie.
Llevamos al horno a 170ºC por 40 minutos.
En un bol mezclamos los 100 g de frutillas y los 50 g de moras frescas con brillo sabor frutilla.
Decoramos la torta con las frutas con el brillo y pistachos picados.