Armamos un paquete de papel de aluminio con papas cortadas en rodajas finas, tomate, aceite de oliva, sal, tomillo seco y pimienta. Con el aceite pintamos previamente el papel para que no se peguen los ingredientes. Cuando lo cerramos, dejamos el pliegue del papel hacia arriba para facilitar su abertura.
Cocinamos sobre las brasas por 12 minutos o hasta que la papa este tierna.
Preparación del bilagay
Para filetear un pescado redondo que se comerá sin piel, hacemos un corte hacia la cabeza después de la última parte dura de la misma. Luego hacemos otro corte a lo largo del lomo, y otro más del lado opuesto, también a lo largo. Luego de este marcado, cortamos los filetes a ambos lados de la espina central o espinazo (en este caso, descartamos la panza, ya que su sabor es más intenso debido a su cercanía a las vísceras).
Para quitar la piel de los filetes existe un truco : con el cuchillo, hacemos un agujero en el extremo del filete correspondiente a la cola. Por allí introducimos un dedo para sostenerlo sin que se nos resbale mientras separamos la carne de la piel con el cuchillo, cortando desde el dedo que sostiene el filete.
Antes de continuar, nos lavamos las manos.
Cortamos el filete en tiras o bastones para rebozar. El rebozado contiene harina, huevo (con sal y cilantro picado) y pan rallado.
Técnica para rebozar : se colocan las piezas en un colador y se les echa harina, dejando que el sobrante caiga sobre su mismo recipiente, mientras movemos el pescado. Luego, echamos el pescado enharinado en el recipiente del huevo y lo mezclamos bien. Posteriormente, volvemos el pescado al colador (y así evitamos mancharnos las manos).
El rebozado, puede ser creativo : en nuestro caso, agregamos al pan rallado algo de almendra (cruda, ya que luego irá al fuego), pimienta y ralladura de limón (en poca cantidad). Luego, mezclamos bien.
Otras sugerencias para ser creativos con el pan rallado : podemos agregar sabores al huevo ; puede mezclarse el pan con sésamo ; o incluso (los osados) con café.
Freímos los filetes rebozados en aceite bien caliente.
Mientras se fríe, emplatamos la guarnición, agregando un hilito de aceite de oliva.
Sumamos el pescado cuando esté cocido y lo servimos con limón.