Coloque la polenta, todavía caliente, entre dos capas de papel film, aplaste con palote hasta que quede de 1 cm de espesor y lleve a la heladera hasta que enfríe por completo.
Corte en triángulos y lleve a una sartén con aceite de oliva caliente hasta que doren y queden crocantes.
Sirva en un plato el solomillo, acompañe con el chadney, el radicchio al aceto y la polenta grillada. Decore con reducción de aceto y aceite de hierbas.