Para comenzar, rociamos con spray de manteca 3 placas de horno y agregamos pochoclos en cada una.
Por otro lado, picamos groseramente castañas de cajú y añadimos a una de las placas con pochoclos.
En una sartén, llevamos al fuego 250 g de azúcar rubia y hacemos un caramelo rubio.
Agregamos 50 g. de manteca y dejamos que se funda con la temperatura del caramelo fuera del fuego mezclando con cuchara de madera.
Añadimos una pizca de sal y una vez fundida volcamos una parte sobre los pochoclos con cajú. Mezclamos bien esta preparación y llevamos a un horno suave para mantener crocante.
Vertemos el caramelo restante sobre las otras placas de pochoclo. Mezclamos bien y llevamos a un horno suave hasta que estén crocantes.
Terminamos la segunda placa de pochoclos añadiendo sal del Himalaya y la restante con chispas de chocolate.