Veuve Clicquot, la viuda alegre

Veuve Clicquot, marca emblemática de champagne incorpora dos nuevas presentaciones, divertidas y simbólicas a su portfolio en Argentina: el Clicq Up y el Ponsardine.

---

El Veuve Clicquot Clicq Up es un estuche que contiene además de la botella Brut Yellow Label, una frapera plegable en su interior diseñada por Mathias van de Walle. Su trabajo ofrece una interpretación espacial de las formas geométricas más sencillas y se basó en conceptos como flexibilidad, geometría, plegable, repetición de la forma y origami, ese sutil arte de origen japonés en el plegado de papel para obtener figuras de formas variadas.

El objetivo fue a hacer un objeto lúdico y al mismo tiempo funcional. Tanto el estuche como la frapera tienen el inconfundible amarillo de la marca. El nuevo formato ya se encuentra disponible a la venta y el precio sugerido al consumidor es de $ 465.

El Veuve Clicquot Ponsardine es un estuche innovador que simula ser una lata de Sardinas, pero del tamaño de la botella en su interior (Brut Yellow Label). Fue ideado siguiendo la historia y origen de sus fundadores: Pont+Sardine (puente+sardina). Está muy relacionado a la heráldica de Ponsardin, el apellido de soltera de la heredera y viuda Clicquot ya que contiene todos sus signos: la pared esculpida, distinguiendo la ciudad de Reims; la Sardina dorada; un puente con tres arcos que representan a los tres hijos, una de las cuales fue Barbe Nicole; y agua indicando un río de champagne. El nuevo formato ya se encuentra disponible a la venta y el precio sugerido al consumidor es de $485.

La casa de champagne, que visite hace unos años, fue fundada en 1772 por Philippe Clicquot, y comenzó a prosperar cuando Madame Clicquot tomó el timón en 1805. Fue ella pionera en varios aspectos quien introdujo los pupitres, indispensables para la elaboración del método champenoise y quien creo el primer champagne rosé. El de la viuda mantiene su impresionista sutileza.

Por más de 200 años, Veuve Clicquot ha sido vanguardista y audaz. Estos valores, apreciados por generaciones de bebedores de Clicquot, prometen una experiencia notable con cada sorbo. Hoy en día sigue siendo uno de los champagnes más requeridos del mundo.