Naná: disfrutes gourmet en el Rosedal

El restaurante de cocina de autor, nació en el 2012 en Vicente López a pasos del Rio de la Plata. Ahora se expandió a Palermo, en el Rosedal ese parque vasto y, con árboles añosos y rosas deslumbrantes, uno de los lugares mas placenteros de la ciudad.

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Instalado en el mítico Paseo de la Infanta, exactamente en el Arco # 9 que mira de frente al Rosedal. Allí alguna vez, hace años Francis Mallmann tuvo un exitoso restaurante. NANÁ ilumina un paseo que fuera olvidado y le devuelve su potencial para generar deliciosos momentos que combinen gastronomía, diseño, buen gusto y el disfrute del aire libre.

Este nuevo NANÁ abre con una impronta moderna, que muta entre el ritmo plácido y alegre de desayunos, almuerzos y tardes dentro del verde más abundante de nuestra ciudad, con el encanto nocturno y las luces de un barrio siempre vibrante.

El chef Hernán Gipponi encabeza la cocina. La carta tiene como constante la calidad en los productos – orgánicos y de estación – y la elaboración minuciosa y creativa del cocinero, con una importante experiencia en los fuegos de los mejores restaurantes vascos. Sus arroces lo hicieron célebre ene esta parte del mundo.

La propuesta del chef es una carta versátil para distintas ocasiones. Durante el día predominan platos sencillos y pop con un twist gourmet, a veces imperceptibles, que marca la diferencia, como las patatas bravas, su ensalada trigo burgol, las croquetas de panceta, hongos y espinaca o en el sándwich pollo crispy. NANÁ tiene siempre disponible una mesa dulce a la vista, caprichos caseros para acompañar con café, o una limonada fresca.

La carta está llena de sorpresas, como ensaladas frescas y diferentes, con algunos ingredientes que marcan tendencia como el kale, pates caseros, sándwiches sorprendentes.

A la noche la cocina es mas elaborada: grave lax de trucha con remolacha orgánica ensalada de tomates Reliquia, con queso de búfala semicurado y sandia a la plancha, ravioli de kale- omnipresente modernidad en las cartas contemporáneas- y ricota, pesca del rio con humita y otros sabores sabiamente combinados. Bife de chorizo con guarniciones nada obvias y cordero figuran entre las propuestas más contundentes.

Hay una breve lista de tragos para relajarse a la hora azul, o investigar como aperitivos antes de comer, como esa mezcla de gin, maracuyá jengibre y una carta de vinos con clásicos y enologías flamantes, divertidas para explorar como los vinos de la bodega Mosquita Muerta.

Naná es un lugar para conocer y volver. Una buena excusa para reponer energía post jogging. Después siesta por supuesto. O caminatas placenteras en lo más lindo de Palermo.