En el exterior cuando se dice Malbec, como cuando se dice Borges, Messi o Gardel se piensa inmediatamente en Argentina aunque se cultive también en Chile, en Australia o en California. En un país de identidad tan difusa, el Malbec esgrime un carácter único y diferente. Tiene Umami, ese quinto sabor de los japoneses, según el australiano Alan Young, un fan del Malbec.
Nuestra uva emblema- Malbec, celebrada con diversos actividades el 17 de abril vino, como Madame Ivonne, de Francia, pero le fue mucho mejor que a la despistada francesita del barrio latino.
Los plantines llegaron de Bordeaux, y no de Cahors, su lugar de origen, por eso es tan diferente la Malbec argentina de la de Cahors, solo comparable en su negrura a veces abismal.
Fue recién en los ‘80 que se descubrió toda su potencialidad, su riqueza. Don Raúl de la Mota, el gurú de los vinos argentinos insistió sobre las posibilidades del Malbec en el suelo patrio. Durante mucho tiempo se creyó que era en Mendoza donde esta variedad desplegaba su grandeza, principalmente en la zona alta del río Mendoza y en el Valle de Uco. En Agrelo y Vistalba (Luján de Cuyo) alcanza una óptima acidez, gran cuerpo y capacidad para el envejecimiento, en el Valle de Uco, elegancia y sutileza y color deslumbrante y un palpitante corazón mineral.
Los Malbec provenientes de Salta son más salvajes, profundos y oscuros, en los últimos años los Malbec patagónicos, de San Patricio del Chañar, asombran a los consumidores del mundo y desde hace una década también los de Río Negro, donde ya existía la centenaria Bodega Humberto Canale, quien tuvo a Raúl de la Mota a su cabeza, presentan una personalidad y una identidad asombrosa, carácter patagónico.
Finalmente, además de los terruños hay muchos estilos de Malbec: jóvenes, para beber en el año de la cosecha, si madera, vinos con un leve paso por madera, vinos de guarda con una larga crianza en barricas, rosado, espumantes y hasta un vino blanco-Blanc de Blancs, de Malbec. Hay dulces, fortificados o de cosecha tardía y tiene, todo Malbec la posibilidad de formar parte de blend asombrosos.