Anteriormente, hemos presentado un ranking de las comidas más ricas y populares del mundo intentando sintetizar en tan sólo 10 puestos los platillos que se caracterizan por su exquisitez y son reconocidos en todos los continentes.
Sabemos bien que “sobre gustos no hay nada escrito” y lo que para uno puede ser digno de escalar al puesto #1 para otro puede tratarse del décimo puesto o, directamente, quedar eliminado de la lista.
Es por ello que, evitando entrar en el terreno de la subjetividad y limitándonos a lo que la mayoría de las personas conocen y aprecian, aquí sumamos otros 5 platillos a la lista, pero esta vez, de
Europa Oriental:
1. Goulash El
gulash es el platillo típico de
Hungría y consiste en un guiso a base de carne de ternera, acompañado con cebollas, patatas y tomates. Se condimenta con
paprika, el pimentón húngaro. Todos estos ingredientes se estofan a fuego lento y se sirven con
spätzle, un tipo de pasta muy popular en el sur de Alemania.
2. Stroganoff El filete
Stroganoff es un platillo de
Rusia: carne de ternera cortada en cubos que se acompaña con cebolla, setas y una salsa a base de crema agria. Se suele servir con pastas o arroz. Se dice que la receta la inventó el chef del famoso general ruso Pável A. Stróganov. Tras la caída del imperio ruso, se popularizó y se dio a conocer al mundo entero.
3. Chucrut Es una comida típica de varios países de Europa del Este, de mucha popularidad en
Alemania. Se elabora con hojas de col fermentadas en salmuera y picadas bien finas. De hecho, la traducción de su nombre es “hierba agria”. Es costumbre servir el
chucrut para acompañar las llamadas “salchichas alemanas”.
4. Borsch Es una de las
sopas más conocidas del mundo y es originaria de
Ucrania. Está elaborada con col, patatas, tomates, carne y raíces de remolacha. A lo largo del tiempo, la receta de la
sopa Borsch varió mucho y la remolacha pasó a ser el ingrediente principal. Hoy en día se reemplaza únicamente como una gran excepción. Se puede servir fría o caliente.
5. Tarator La Tarator también es una
sopa y es típica de la
gastronomía de los Balcanes, particularmente de
Bulgaria. Se elabora con yogurt, ajo, pepino, agua, eneldo, nueces, perejil y un poco de aceite de oliva. Se sirve fría a modo de refresco en el verano. Se suele confundir con la
salsa Tarator, pero son preparaciones diferentes.
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