Uva mediterránea, protagonista en los vinos catalanes y del sur de Francia (Grenache). Por aquí tuvo sus momentos de gloria. Se la conocía como uva pop, que servía de base para vinos de mesa en las casi desaparecidas damajuanas.
Es una de las variedades de uva más plantadas en el mundo, posee un origen claramente mediterráneo. España fue su cuna y en particular en los tiempos de la corona de Aragón (1164-1707). Su expansión fue paralela al dominio de este reino y desde el siglo XII y el XVII fue arraigándose en Francia, Sardegna, sur de Italia, Sicilia y Grecia. Años más tarde llegaría a África, California, Chile, Canadá, Argentina, México y Australia, donde, fue la variedad más plantada hasta el año 1960, momento en que empezó a tener mayor presencia el Syrah.
Tiene racimos de tamaños medios, compactos y con bayas de tamaño mediano, de forma ovalada y color rojo oscuro. Es resistente al frio y a la falta de agua. En condiciones cálidas y secas, siempre que se controle los rendimientos, puede producir vinos que se caracterizan por su suavidad, sus dulces taninos y sus aromas ligeramente picantes. Es la variedad principal del famoso “Châteauneuf-du-Pape”, la denominación francesa que permite trece variedades y cuyo blend mayoritariamente es constituido por grenache. Constituye también la DOC “Cannonau di Sardegna”, que por ley exige que el 99% de las uvas de sus vinos, sean de esta variedad.
En Argentina, donde encontró un clima cálido y seco, con suelos pobres que bajan su gran productividad, alcanza una excelente maduración, produciendo vinos de mucho grado alcohólico, intenso color y gran intensidad aromática. Ahora se la está reivindicando, pero hay muy pocas hectáreas plantadas En Argentina comienza una reciente revalorización de la variedad. El año pasado incluí en mi guía de vinos una línea: se llama Ver Sacrum y su dueño es el productor Eduardo Soler, que construye blend con garnacha y otras uvas med.
A la Garnacha la había oído nombrar de chica, como integrante de vinos comunes; la redescubrí en todo su esplendor año a año en España, especialmente en algunos vinos del Priorato, esa denominación catalana que hasta hace algunos años era la moda absoluta con sus vinos carnosos, estructurados, oscuros, con mucho alcohol. Algunos me siguen gustando.
Y recientemente reapareció la garnacha con su nombre francés en la etiqueta. Por supuesto queda mejor grenache que garnacha. ( para algunos). Se presentó con platos de Donato de Santis, nada mejor, un nuevo DV Catena Malbec-Grenache 2015: me recuerda algo al Pinot Noir pero respaldado sobre la fruta fresca del Malbec que le transmite sensualidad. El Malbec proviene de San Carlos, la Grenache de Rivadavia, su terruño ideal. Tuvo una crianza de 6 meses en barrica de segundo y tercer uso, con una baja graduación alcohólica. Este vino hace su aparición en el momento justo, el tiempo de los platos mediterráneos., bastante refrescado Tenemos mucho más que Malbec en la patria. Nos divertimos.
