La sidra es un vino de manzanas. En muchas culturas, sobre todo en la celta, la manzana era la fruta del conocimiento, de la revelación, de la belleza y la inmortalidad.
La sidra es precolombina: en
América, el pueblo Pehuenche fue el primer productor y consumidor de
sidra. Habitaban el País de los Manzanos, en la cordillera patagónica, entre el norte de Neuquén y San Carlos de Bariloche.
Los manzaneros hacían
chicha, que no es otra cosa que la
sidra natural de manzanas o peras, sin gasificar ni endulzar, como la que beben asturianos, vascos y bretones.
En
Perú, la chicha morada y la chicha de jora, ambas elaboradas a partir de maíz fermentado, son dos
bebidas que acompañan los platos, tanto en las picanterías y como en las casas.
La
chicha natural de maíz morado tiene enormes beneficios para la salud. La chicha de jora, una bebida sagrada de los
incas, acompaña algunos platos emblemáticos como el seco de cordero en el norte o el adobo arequipeño.
Ambas aparecen también en las
mesas de fin de año, junto a los
platos celebratorios. Puedes acompañar la sidra con otros sabores tradicionales de las
fiestas. Descúbrelos en el
Especial Dulces Típicos Navideños.