El 18 de agosto se celebró a esta variedad difícil, base absoluta de los grandes tintos de la Borgoña. Es, además la uva tinta que interviene, junto al Chardonnay en los vinos base del Champagne. En Argentina, se da cada vez mejor.
En general da varietales, por lo general livianos de cuerpo pero importantes de paladar y algo tánicos, como sus hermanos de la Borgoña.
Un Pinot Noir debería mostrar una elegancia total. Hace unos años con la tendencia de los consumidores hacia vinos opulentos, muy estructurados, de color negro, los refinamientos del Pinot Noir no fueron reconocidos.
Advertisement
Los invitados se desorientan cuando ven un tinto con colores desmayados, un rubí casi grisáceo. Ahora el Pinot Noir convirtiendose en moda absoluta.
A veces es muy difícil, por ejemplo en una cata a ciegas, inclusive para quienes estamos en esto, distinguir un cepaje tinto de otro. Pero no se
confunde el Pinot Noir y sus aromas a tierra mojada, hongos, hojarasca, contra un leve fondo de frutas rojas. Aromas algo idos, pura sensualidad.
Advertisement
En Argentina se lo cultiva en zonas frías. La Pinot Noir es una variedad de maduración temprana muy sensible a la podredumbre. La lenta maduración
en un clima frío le conviene. La amplitud térmica de estas regiones, noches frías y días muy calurosos es su hábitat ideal. El Valle de Uco es uno de sus mejores terruños. Y en la Patagonia está dando desde hace tiempo notables resultados, especialmente en Rio Negro y en Chubut.
¿Con qué platos acompañar las sutilezas del Pinot Noir? Carnes trémulas, conejo a la mostaza, hongos, risotti, codornices, y hasta pescados. Es la
Advertisement
opción tinta para quienes ni con los sushi ni con los ceviches beben blancos. Absolutamente versátil.