Chiuso, rica cocina italiana

Autor Elisabeth Checa
Compartir a través de tus redes
Felizmente abrió hace dos años, en una zona despojada de propuestas gourmet. Con la excepción de las pizzas de Filo, la moderna cocina argentina de Basa o las tradiciones del Grill del Plaza.  
 
Estuve almorzando allí la semana pasada, con el sommelier  Mariano Ackman,  dueño y anfitrión del lugar , ex propietario de Doppio Zero, un mínimo  lugar en Belgrano que visité una vez y donde me fascinaron sus italianismos. Me presentó a su nuevo chef.  Gaspar Natiello, quien trabajara en Sarasa Negro, el famoso resto gourmet marplatense,  a cargo de la nueva carta del ristorante. Me entero que, durante el año tendrá novedades: pastas frescas para llevar y servicio para eventos, cocinando a domicilio.

Ese mediodía probé boquerones únicos en Buenos Aires, diferentes, para nada  saturados de vinagre, tenían algo levemente dulce que me recordó a los sill de Escandinavia: también deliciosas croquetas de conejo, chorizo del mismo tierno animalito, curiosos ravioli de cerdo y langostinos,  y un maravilloso risotto con azafrán y todas las frutas secas. Rico por  sus contrastes entre cremosidad y crocantez. Nos acompañó un Pinot Noir de Rio Negro, Zorro y Arena, seguramente elaborado por Marcelo Miras, el genial enólogo mendocino a quien bauticé el Rey de la Patagonia.

Plaza San Martin, cerca del Kavanagh y del Plaza Hotel, es uno de mis lugares en el mundo. Allí viví, allí volveré a visitar Chiuso (quiere decir cerrado en italiano), que por suerte abrió hace dos años y acabo de conocer. Debo probar los orechiette con Ragú de Cordero, ricota cítrica y Rúcula. Y si el día es frío, un ossobuco alle milanese.

Así como encontré a Zorro y Arena, quien vaya a Chiuso puede descubrir  curiosos vinos de autor. Su carta de vinos no es para nada más de lo mismo Importante, muy buen servicio y precios amables.
   

Últimas tendencias, tips, prácticas y recomendaciones.

Todas las noticias