Este popular bocado argentino, tiene origen árabe, al –hasur quiere decir relleno.
Si bien con el descubrimiento de este continente les estaba prohibido a los moros embarcarse para estas tierras, igual lo hicieron. Las mujeres, especialmente, trabajaban en casa de familias y así fueron transmitiendo recetas.
En España hay un
alfajor andaluz, que se sirve para Navidad, con
almendras,
miel y otros ingredientes que poco tiene que ver con el que se nació en estas tierras.
Como sucede con las
empanadas, cada provincia tiene su tradición alfajorera.
El alfajor de Santa Fe, de donde es oriundo el pastelero
Osvaldo Gross, poco tiene que ver con el cordobés o el marplatense.
Tiene una historia y una tradición particular, ya que la primera casa que producía estos dulces en la ciudad de Santa Fe fue fundada en 1851. En la planta alta de esa casona nació la Constitución Nacional de 1853. Los constituyentes se llevaron de regreso a sus lugares de origen esos alfajores.
Las características que definen a los alfajores santafecinos: las tapas son
saladas mas finitas y crocantes que las del resto del país; el baño es azucarado o de
merengue italiano; el relleno es siempre el mejor
dulce de leche. No te pierdas
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