Montar las claras de los huevos, incorporar el azúcar poco a poco. Una vez tengamos un punto de nieve, añadir las yemas rotas con movimientos envolventes.
Incorporar la harina tamizada con la ayuda de una lengua de pastelería.
Volcar la masa sobre bandejas de horno con papel sulfurizado y extender con una espátula cocemos entre 15 y 25 minutos dependiendo del grosor, con el horno precalentado a 180ºC. (Es recomendable hornear de una en una)