Para comenzar, preparamos la base. Para ello, trituramos las galletas hasta que parezcan pan rallado. Las mezclamos con la manteca fundida y el azúcar.
Luego, repartimos esta mezcla por la base y los laterales de un molde enmantecado. Dejamos enfriar en la heladera.
Mientras tanto, preparamos el relleno. Para ello, batimos la nata/crema con el azúcar con la batidora hasta que esté montada.
Por otro lado, batimos el queso con la esencia de vainilla hasta que la mezcla esté homogénea.
Añadimos la crema a la mezcla de queso con cuidado e integramos.
Vertemos la mezcla sobre la base de galletas, la alisamos y dejamos enfriar durante, al menos 8 horas.
Pasado ese tiempo, desmoldamos la tarta con mucho cuidado, la espolvoreamos con las galletas trituradas por encima y terminamos con una galleta entera.
Servimos.
TIP :
Las galletas para la base se pueden triturar con relleno o sin él.
Para desmoldar con facilidad la torta (si no contamos con tiempo), la llevamos al freezer hasta que esté dura. A continuación, la desmoldamos y reservamos en la heladera para que pierda frío.
Otra opción es añadirle acetato en los bordes interiores o cubrir los laterales de la tarta con galleta. También podemos despegar los bordes con cuidado con la ayuda de un cuchillo.