Mezclar a velocidad media-baja hasta que los trozos de mantequilla ya no sean visibles.
Añadir suero de mantequilla, los huevos y la vainilla y mezclar a velocidad baja y luego aumentar la velocidad a media hasta que la masa suave y esponjosa, aproximadamente dos minutos.
Al final añadir el bicarbonato mezclado con el vinagre. Echar rápidamente a la masa y revolver.
Dividir la masa entre los 3 moldes.
Hornear los bizcochos durante 25-30 minutos, hasta que un probador insertado en el centro salga limpio.
Enfriar en sus moldes durante 20 minutos y luego los desmoldar para que se enfríen por completo.
Extender en la bandeja y hornear durante unos 30 minutos revolviendo dos veces durante el horneado, hasta que el crumble esté dorado.
Enfriar a temperatura ambiente.
Cobertura
Batir la mantequilla y el queso crema con una batidora equipada con el accesorio de pala a velocidad media, hasta que quede suave.
Añadir 260 gramos de azúcar glas, la vainilla y una pizca de sal.
Continuar batiendo a velocidad media sin olvidar bajar los residuos de las paredes de vez en cuanto.
Al final añadir 60 ml de la salsa de caramelo salado, mezclar y reservar.
Armado
Colocar la primera capa del bizcocho en una fuente y extender una capa uniforme de la cobertura de queso crema encima, seguido de una capa uniforme de crumble y una generosa cantidad de salsa de caramelo enfriada.
Cubrir con un segundo bizcocho y repetir el proceso.
Terminar con el último bizcocho y extender la cobertura por encima y los laterales de la tarta para cubrirla por completo. Si la cobertura es demasiado blanda, enfriar la tarta durante una hora antes de completar la decoración.
Verter un poco de salsa de caramelo con ayuda de un biberón y exprimir las gotas por los lados de la tarta desde el borde superior.
Colocar el resto del crumble en la parte superior de la tarta, apilado en el centro.
Rociar más salsa de caramelo encima y enfriar la tarta durante al menos 2 horas antes de servirla.