Partir el pan en trozos pequeñitos y colocar en un tazón. Verter el vaso de agua caliente con sal. Tapar con un trapo y dejar reposar toda la noche.
En una sartén, freír la panceta y el chorizo. Reservar.
En una olla, poner el aceite y freír los ajos sin pelar. Una vez que se doren bien, retirarlos y reservar.
En el mismo aceite, echar las migas e ir tostando poco a poco, removiendo constantemente.
Cuando las migas ya estén bien doraditas, incorporar los ajos, la panceta y el chorizo. Remover un poco más para que se mezclen bien todos los sabores.
Para acompañar, preparar una ensalada de bacalao con naranja y granada