El Yogur: Un tesoro perdido. Parte 1

Autor El Gourmet
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Siempre fui fanático del yogur. Cuando era chico y vivía en Córdoba, iba a “La Panificadora” camino de regreso del colegio. Quedaba a 3 cuadras de mi casa- una travesía- y pedía a la panadera que me fiara 3 facturas y un “Mogur de dulce de leche” (la tipografía de la primera letra de “yogur” hacía parecer a la “ye”, una “eme” y, con 6 años, yo pronunciaba lo que leía). Era un gusto que me daba cada tanto y lo que verdaderamente me saciaba el hambre y las ganas de algo dulce. El yogur era firme con mucho sabor a dulce de leche y, con lo potente de las facturas, era todo lo que necesitaba para continuar la tarde jugando en la plaza con mis amigos.
No puedo precisar si en ese momento el yogur era de una calidad sobresaliente porque, lógicamente, tenía otro paladar; pero sin dudas no era lo que es hoy. Comprar hoy yogur, llamémoslo “industrial”, es encontrarse, cualesquiera sean las marcas, con una especie de aspic gelatinoso, en sus versiones firmes, o una viscosa cola vinílica, en su versión “bebible”. El aspecto es poco tentador; la homogeneidad, impostada; el color, desopilante y ni hablar de la artificialidad del sabor. Y créanme que he probado casi todas las marcas. Hay una que está bien pero que no está al alcance de todas las personas.

Comencé a advertir mi distanciamiento del yogur comercial cuando los cartones de litro comenzaban a durar cada vez más en la heladera y tomar un vaso ya no me significaba algo placentero. Hace ya tiempo que hago yogur casero para consumo personal, pero reconozco que a veces por falta de tiempo, y otras por pereza, coexistía intermitentemente con el comprado. Esa opción ya no es más viable. El yogur industrial me resulta lisa y llanamente INTOMABLE.

Los animo entonces a que hagan su propio yogur y, antes de explicarles el procedimiento más sencillo y amigable, les detallo los beneficios:

• Es más rico.
• Es más económico.
• Podemos saborizarlo con lo que nosotros queramos, endulzarlo a gusto.
• Dejarlo natural (el yogur natural hoy brilla por su ausencia en las góndolas) y usarlo tanto para comer con una granola casera bien dulce y frutas como para incorporarlo como ingrediente para cocinar, incluso salado. ¡Yo lo uso un montón en mis recetas!
• Se hace solo: sólo hay que generar un ambiente agradable para que las bacterias se sientan a gusto y se multipliquen.
• Dura muchísimo tiempo, así que podemos hacerlo en cantidad. ¿Qué tal 3 kg?
• Podemos usar el mismo cartón de la leche para hacerlo (eso sí lo hizo muy bien la industria).

La próxima semana, receta, tips y recomendaciones para lograr un buen yogur en forma casera.

@PedroLambertini

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