Mensaje en una botella

Compartir a través de tus redes
Para aquella etiqueta de Saint Felicien Cabernet Sauvignon Cosecha 1969 - el primer vino varietal del país – se convocó a Carlos Alonso que realizó una depurada obra que reflejaba el trabajo y esfuerzo de la vendimia. Recuerdo el fondo ocre y las delicadas líneas del artista, también mendocino.
Toda esta línea sigue contándose entre mis vinos preferidos por su armonía, elegancia y relación calidad precio. Un clásico moderno que siempre me depara sorpresas. Ninguno de ellos es fotocopia, como decía Brascó de los vinos idénticos.
A aquella primera etiqueta y variedad, le siguieron otros diseños y otros vinos. Después se inició la serie “Tributo A” y llegaron los homenajes a Clorindo Testa, al Bicentenario, a Miguel Brascó y ahora a Raúl Soldi. Todos asombrosos, en forma y contenido, mensajes conmovedores en una botella.
El vino elegido esta vez fue un Pinot Noir, cosecha 2013, un reflejo absoluto de lo que canta la etiqueta y su sutileza. La obra “Ausencia”, cuyo original se expuso en la ocasión tiene tanta magia, tanto refinamiento como los aromas desvaídos, terrosos y otoñales del vino que probamos, junto al catering de la gran maestra de todos los cocineros, Beatriz Chomnalez.
Como si esto fuera poco otro artista fue convocado para compartir estos goces: vino especialmente de Francia, el cocinero argentino Mauro Colagreco que cuenta con dos estrellas Michelin en su restaurante de Menton, la Costa Azul y acaba de abrir un restaurante en París, un brillante alumno de Chomnalez. A él también le gustó el vino, por supuesto. La cocina también es un arte. Como el vino, para disfrutar con todos los sentidos.
Novedades
Todas las novedadesÚltimas tendencias, tips, prácticas y recomendaciones.