Leopoldo, fusiones sensibles

Autor Elisabeth Checa
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La ambientación fue realizada por Javier Iturrioz, mientras que la innovación viene de la mano de la intervención artística de Cynthia Cohen, quien juega en todo el espacio con el color para ofrecer una estética pop impactante. De noche brilla, pese a sus bien pensadas penumbras. Impacta al entrar una obra del gran escultor argentino Ennio Iommi.

La larga barra fue creada acorde al menú y la estética del lugar El toque lo dan las flores comestibles, como las amarenas y lichee. Además de ofrecer una gran variedad de piscos, Passion Sensation con maracuyá, Naranja en flor, y Old Sour con mandarinas y selección de caipirinhas con quinotos, uvas verdes, ananá, se puede pedir un cocktail exclusivo para Leopoldo realizado con vodka Goose La Poire.

Con Diego Gera, chef proprietaire, nos encontramos en dos ediciones del Bocuse d´Or a fin de los 90 y comienzos del nuevo siglo. Es un amigo. En la última oportunidad en que participó en el gran concurso de Lyon ganó un premio por su plato de carne. Es un argentino, claro, un devorador de carnes. Gera, que pertenece a la Academia Francesa de Gastronomía, trabajó en importantes cocinas del mundo, como en Mossiman Club de Londres. Se le abrió esa cabeza pensante y creativa. Ama la música, la filosofía y sabe reírse de si mismo “me encanta a música pero soy un mal músico”.

Sus creaciones adoptan las nuevas técnicas vanguardistas cuando existe alguna razón para utilizarlas, los resultados son platos armónicos, con algunos toques asiáticos o latinos, equilibrados y, sobre todo, ricos.

A Gera lo acompañan el Sous Chef Javier Rodríguez, y el Chef Renato Rosano, quienes comparten su experiencia internacional. Javier Cainzos, su socio fue fundador del Grupo Gastronómico Buenos Aires, formado en New York y distinguido por la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, imprime su sello en el cuidado de los detalles.

Actualmente además de ser Chef Propietaire de Biblo Catering y Leopoldo, es jurado en diversos certámenes internacionales, es el Director General de BUE Trainers – Gate Gourmet Argentina – y Gerente de Operaciones del Grupo Gastronómico Buenos Aires.

Al restaurante lo conocí hace pocos días, una noche tormentosa, ya me lo habían recomendado mis colegas, entre ellos Maria de Michelis y Alicia Delgado. Seguí sus consejos, empecé por los finger foods, breve bocados fríos y calientes, como los won ton de centolla o el atún rojo panado en sésamo; entre los principales frágiles, emocionantes codornices y asombrosos ravioli de conejo. El cochinillo acompañado por langostinos salteados y puré de manzanas perfumado con cardamomo es unos de sus platos estrella. Tanto como el salmón a baja temperatura con su huevo perfecto (sic en la carta) que cocina durante dos horas. Tan perfecto como el del presocrático Parménides, para quien el huevo y su perfección formal era una metáfora del ser sin fisuras.

Por ahora abre solo a la noche, aunque están programando abrir los domingos para un brunch. Esperemos.

La carta de vinos es breve y está en construcción, pero ya se pueden acompañar los platos con algunos ejemplares poco obvios, como los vinos de Algodón, de San Rafael. La atención, perfecta, quizás algo sobreactuada. Se impone conocerlo, es lo mejor que abrió a fines del 2011.

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