Incorporar el arroz y cocinar a fuego medio hasta nacarar, revolviendo continuamente con cuchara de madera.
Desglasar con el vino blanco y una vez que se evaporó el alcohol, verter poco a poco la leche caliente sin dejar de revolver durante aproximadamente 18 minutos.
Cuando el arroz esté al dente, apagar el fuego y agregar el queso parmesano rallado y la manteca restante.
Revolver enérgicamente para integrar bien y lograr una preparación cremosa y brillante.
Tapar la cacerola y dejar reposar unos minutos.
Disponer en cada plato una porción de mozarella fior di latte y servir encima el risotto.
Terminar con el queso azul en fetas rociado con aceite de oliva y pimienta negra recién molida por encima.