Para comenzar, forramos un molde, de 27 x 17, 5 cm, con papel de hornear o rociándolo con spray antiadherente.
Precalentamos el horno a una temperatura de 150ºC.
Para la granola, fundimos la manteca. Reservamos.
En un bol, colocamos la avena, las almendras, las nueces, el azúcar, el agua, la miel y la mantequilla derretida. Revolvemos muy bien.
Extendemos la mezcla en la bandeja de horno y llevamos al horno durante 25 minutos a 150ºC, removiendo cada 5 o 10 minutos. Dejamos templar.
Para la base, en un bol, colocamos la manteca con el azúcar de caña y batimos. Una vez se haya blanqueado, incorporamos el huevo y la vainilla. Por último, añadimos el polvo de hornear y la harina y mezclamos hasta que la masa esté homogénea.
Aplastamos esta masa y la repartimos por toda la base de nuestro molde, intentando lograr una capa uniforme. Llevamos al horno durante 20-25 minutos a 150ºC.
Para el relleno, mezclamos y machacamos todos los ingredientes en un bol.
Luego, colocamos el relleno por encima de la base horneada y lo cubrimos con la granola. Llevamos al horno, nuevamente, por otros 20 minutos, hasta que la granola se tueste un poco y las frambuesas estén deshechas.
Dejamos templar en el molde, y luego lo colocamos sobre una rejilla.