Vino es salud

En su medida y armoniosamente, como le gusta a Aristóteles. WIM es un programa que nace en Europa como respuesta y contribución del sector vitivinícola para reducir los efectos del consumo abusivo de vino, promoviendo una cultura de consumo moderado.

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En su medida y armoniosamente, como le gusta a Aristóteles. WIM es un programa que nace en Europa como respuesta y contribución del sector vitivinícola para reducir los efectos del consumo abusivo de vino, promoviendo una cultura de consumo moderado.


Desde el año 2013 Argentina se suma como primer país fuera de la Comunidad Económica en comenzar a implementarlo y es apoyado localmente por las principales bodegas del país.
El objetivo del mismo es generar conciencia sobre el consumo inteligente de vino, a través del conocimiento y la moderación.
En el marco del programa Wine in Moderation de Bodegas de Argentina, el Dr. Raúl Pastor disertó sobre los efectos positivos del vino en la salud
Durante la charla organizada en la sede porteña de Bodegas de Argentina, el Investigador de la Universidad de Buenos Aires compartió las últimas conclusiones acerca del impacto del consumo de vino.
El Dr. Raúl Pastor es Jefe de la Sección Polifenoles, Vino y Salud de la IV Cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires. Además, es Experto en Vino y Salud del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV Mendoza) y Experto en Seguridad Alimentaria y Consumo, Nutrición y Salud de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV, París, Francia).
“El vino en la salud ha tenido protagonismo desde el origen de la historia. En la región de Sumeria, en la Mesopotamia de Medio Oriente, donde se ubican los orígenes de la escritura entre los años 4000 y 4500 antes de Cristo, se encontró la primera farmacopea de un médico de la civilización sumeria, escrita en una tablilla de arcilla, donde se hacía un listado de los productos botánicos que se utilizaban con fines medicinales. Entre ellos estaba el vino”, sostuvo Pastor.
Agregó que las políticas en Argentina en torno al alcohol son de control y penalización pero no de educación y prevención. En contraposición, los estudios ingleses sobre consumo de alcohol contemplan a la sociedad, a sus motivaciones, políticas educativas de prevención y a los programas de tratamiento y rehabilitación.
Los sistemas biológicos utilizan energía para todas las funciones vitales. En la producción de esa energía, las células producen desechos. Y son estos desechos metabólicos los que nos van produciendo cada vez más daño. “Por el oxígeno vivimos, pero también por el oxígeno morimos” afirmó Pastor, citando a Rebeca Gershman Bióloga y Fisióloga argentina egresada de la UBA, que trabajando en Rochester fue la primera investigadora en publicar en Science 1954, el daño que produce el oxígeno en las células.
En el proceso de producción de energía, se van dañando los sistemas de síntesis que producen antioxidantes y se genera estrés oxidativo, que se define como el desequilibrio entre oxidantes y antioxidantes que potencialmente puede causar daños (Sies, 1985).
El vino, gracias a los polifenoles y al resveratrol, ayuda a la preservación y reducción de la fuente de estrés oxidativo, disminuyéndolo junto a la basura oxidativa celular.
Las cuatro acciones fundamentales que el resveratrol tiene en la salud humana son: la cardioprotección, la neuroprotección, la prevención sobre las células carcinogénicas y su función anti-edad. “Consumido moderadamente inhibe el cáncer en sus tres fases de desarrollo: iniciación, promoción (desarrollo del tumor) y progresión (metástasis)", afirmó el médico.
“Entre sus cientos de propiedades benéficas el resveratrol aumenta la circulación sanguínea y eso hace que mejore la salud intelectual de las personas" agregó Pastor.
Según Wine in Moderation (WIM), las unidades diarias de vino recomendadas en acuerdo con la OMS son: hasta 2 Unidades de Bebida Estándar (UBE) de alcohol para las mujeres (20 g. de alcohol), y hasta 3 UBE para los hombres (30 g. de alcohol) y no más de 4 UBE (40 g. de alcohol) en ocasiones especiales. (1 UBE = 8 a 13 g. de alcohol puro, 100 cc. de vino con 13% de alcohol tiene 13 g de alcohol.
Esa es la cantidad de vino tinto que me recomendó en ocasión de un reportaje que le hice cuando visito Argentina, el profesor Serge Renaud, pionero en el descubrimiento de las virtudes saludables del vino en su estudio La Paradoja Francesa.
Investigadores de la Universidad de Montpellier, Francia, concluyeron en un estudio que el vino blanco puede ser tan sano como el tinto. Llamaron a su estudio Blanc Paradox, emulando el famoso estudio del Dr. Serge Renaud Es en el Chardonnay donde se encuentran la mayoría de polifenoles, antioxidantes y otros etcéteras. Si el vino blanco tuvo mala prensa fue debido, especialmente en el nuevo mundo que no se lo elaboraba en las condiciones necesarias. La incorporación de los sistemas de frío en las bodegas dotadas de buena tecnología, cambiaron la imagen de los blancos.
En fin, basta la salud, como dicen en el barrio. Si dos o tres copas de buen vino ayudan, tanto mejor.

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