Los ingredientes son pocos: clara de huevo, azúcar impalpable y común, almendras en polvo y colorante. Sin embargo, el mundo de los macarrones es casi infinito. Desde los tiempos de Catalina de Medici, pasando por la llegada de los macarrones a Francia en el siglo diecinueve (cuando se vuelven un clásico parisino), y hasta hoy, estas delicias dulces pueden tener todos los colores del arcoíris y los más variados rellenos. Entre los clásicos están los que tienen un centro de ganache de chocolate, cremas de frutas, dulces, mermeladas, pero también los hay rellenos con matcha y té verde. Como si todo esto fuera poco, los chefs del mundo han experimentado con las versiones saladas. En la mayoría de los casos se sigue la receta tradicional para las tapas y la magia se produce en los interiores. Aquí compartimos cinco que son una verdadera tentación para paladares atrevidos que tienen que consumirse en el día de su preparación.
De salmón ahumado y queso crema
Dos opciones para esta variante: colocar entre las tapas una base de queso crema con una pequeña lonja de salmón ahumado y decorar con unos toques de ciboulette o bien realizar una mousse procesando el queso crema con el salmón ahumado. En cualquiera de las dos versiones el producto final es increíble.
De queso azul
Una vez que se haya pisado el queso azul con un tenedor se le vierte crema hervida batiendo hasta que se derrita. Ahí se agrega queso crema y se vuelve a batir hasta lograr una pasta bien untuosa. Se pueden sumar pistachos picados y cuando la preparación está fría se los rellena con manga. Simplemente irresistibles.
De aguacate
Más fácil imposible: un aguacate hecho puré se mezcla con queso crema, azúcar en polvo y una pizca de canela en polvo. Para evitar que el aguacate se oxide, se agrega una cucharadita de jugo de limón y se usa una manga para colocar este relleno suave y sedoso entre las tapas. ¡Por supuesto, el colorante deberá ser verde!
De olivas negras
El dulce de las tapas acá se suma al sabroso salado de las olivas negras para una combinación explosiva. Mezclar un queso crema con unas cucharadas de tu receta de tapenade (pasta de aceitunas negras) favorita y con la preparación bien fría se rellena.
De queso feta y tomate
Desmenuza con un tenedor el queso feta en un bol, agrega queso crema, unas gotas de limón, tomate y albahaca picados súper pequeños, sal y pimienta y mezcla bien. Ese relleno va entre dos tapas de clásicos macarrones en una versión bien mediterránea. ¿El color? Un rojo furioso les queda muy bien.
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