Italia, tierra de ensaladas

Autor Elisabeth Checa
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Lo aprendí por merodear en mercados italianos, especialmente del norte. Y me lo confirmó Elena Kostioukovitch, la experta rusa traductora de Umberto Eco, en su obra "Porque a los italianos les gusta hablar de comida". 
Estas son solo algunas de las hojas que se pueden encontrar en los mercados romanos.
Lechugas battavia, lollo, blanca dorada, verde, hasta roja (con un leve sabor a nuez) y la universal lechuga romana - especialmente buena cuando esta recién cosechada - que suele acompañar las puntarelle o brotes de achicoria que se sirven con aceite de oliva extra virgen, vinagre, boquerones o anchoas, sal y ajo.  
Se  consigue, por supuesto, las pálidas endivias belgas y la núcula que reapareció hace más de treinta años como producto gourmet.
En los puestos también se encuentran todas las hierbas aptas para estas ensaladas deliciosas, yuyos brujos que Julieta Oirolo maneja como una experta sensible. 
 
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