8 errores comunes a la hora de cocinar un estofado

El estofado es uno de los platillos preferidos a la hora de elegir algo caliente y hecho en casa. ¿Sabes todo lo que debes hacer o no hacer para que tu plato sea todo un éxito entre los comensales? El Gourmet te comparte 8 errores comunes que debes evitar para que tu estofado quede jugoso y con la textura ideal.

Cocinar con prisa

Es bien sabido que el estofado es un platillo que requiere paciencia, pues la cocción es larga y a fuego lento, así que debes olvidarte de las temperaturas altas en esta receta o de lo contrario no lograrás el sabor y la textura ideal en la carne. Toma en cuenta que se requieren al menos 45 minutos en la estufa.

Usar la carne incorrecta

El estofado tradicional se cocina con carne de res, aunque también se puede hacer con pollo, cerdo, conejo o hasta carne de caza. Pero sea cual sea, se deben elegir piezas fuertes y resistentes, que sean ricas en colágeno y con cierta cantidad de grasa, pues tras la cocción prolongada quedará tierna y jugosa.

No sellar la carne previamente

El tip de muchos expertos en cocina es, primero, pasar los trozos de carne sobre harina y sellarlos en una cazuela con un poco de aceite, de tal manera que se caramelice sin que se cocine el interior. Lo puedes hacer en la misma olla donde cocinarás todo, de lo contrario, recuerda aprovechar el jugo que suelta y añadirlo a tu preparación.

Olvidarte del sofrito

Muchos platillos necesitan un sofrito o recaudo y éste no es la excepción; los más comunes se preparan licuando ajo, cebolla y tomate. Pero hay muchas más opciones, puedes añadirle zanahoria, hierbas frescas o especias como laurel o pimienta.

Cocinar sin tapa

¿Sabías que la palabra estofado proviene de la palabra étoufée, que en francés significa asfixiado? Esto es porque el guiso se prepara en recipiente cerrado, que al impedir la salida de aire, hace que los alimentos queden con más sabor, pues absorben más los aromas de los condimentos.

Por lo tanto, siempre debe de cocinarse tapado, para evitar que evaporen los jugos, pero si abres la olla para revisar la cocción, recuerda añadir un chorrito más de agua o caldo para recuperar el vapor que escapó.

Olvidarte de reducir el vino

El vino añade sabor y color al platillo, pero es necesario darle el tiempo conveniente a la reducción, pues no querrás un estofado con sabor ácido o un gustillo de alcohol. Los expertos sugieren usar un vino de calidad, que no significa que deba ser muy costoso, pero sí lo suficientemente bueno para realzar el sabor.

No espesar la salsa

Entre el sofrito y el vino puede llegar a ser demasiado líquido y la textura del estofado requiere equilibrio, ni muy aguada ni demasiado espesa. Si hay líquido de más hay que quitarle un poco y dejar que el caldo se reduzca. Un tip para tener buena textura es chascar las papas, es decir, se hace un corte a la papa y se arranca el trozo, de esta manera sueltan más almidón, lo que ayuda a espesar el caldo.

No considerar el tiempo de las verduras

Es importante calcular el momento justo para añadir las verduras a la preparación y el tiempo de cocción que requerirá cada una; si quieres que el sabor de las verduras sean parte de la preparación, se deberán cocinar por completo en el guiso, si por el contrario, quieres que sean un complemento, se deben saltear aparte y añadirlas casi a último momento a la olla.

Por último, recuerda dejar reposar la preparación una vez que el estofado esté listo, pues la carne absorberá el exceso de líquido y los sabores se concentrarán.

Si te tentaste de estofado, pero te falta receta, no dudes en consultar las que proponen nuestros talentos en la página de El Gourmet.