El loco es un molusco famoso por su sabor. Es especial y muy parecido al caracol.
Los despegamos de su valva como los lugareños, utilizando el dedo pulgar. Más eficaz que cualquier utensilio. Retiramos el aparato digestivo, lo cepillamos bien para sacarles la parte oscura y los golpeamos con ayuda de un palo de amasar, para romper las fibras y ablandarlos.
Los hervimos en agua sin sal por 40 minutos. La sal suele endurecer a los productos como éstos. Una vez listos, los retiramos. Notamos que huele a caracol y que han empequeñecido un poquito.
Ponemos una sartén a calentar para cocinarlos a la plancha.
Le quitamos las partes negritas y lo trozamos.
Preparamos la ensalada de pepino.
Cortamos el pepino en rodajas finas y lo aderezamos con el oliva, merken y jugo de lima. Lo curamos con sal, un poquito de aceite de ajo, vinagre blanco. Luego, agregamos unas gotitas de jugo de limón.
Calentamos aceite de oliva en la plancha y cocinamos los locos por breves momentos, para que no pierda demasiada humedad y se endurezca. Salamos.
Servimos los locos con la ensalada de pepino. Decoramos con cilantro y quizás una julianita de algún pimiento para sumar color.