Para la buttermilk, mezclar en un bol la leche a temperatura ambiente y el jugo de limón. Reservar.
En una batidora eléctrica, mezclar la mantequilla pomada y el azúcar hasta blanquear.
Incorporar la esencia de vainilla y los huevos uno a uno, batiendo constantemente hasta integrar.
En otro bol, mezclar la harina, el polvo de hornear y la sal. Reservar.
Añadir unas gotitas de colorante rosa al buttermilk reservado e integrar.
Agregar los secos a la batidora intercalándolo con el buttermilk, batiendo a velocidad mínima -comenzar y terminar con la harina-.
Retirar la mezcla cuando las preparaciones estén integradas y a punto letra.
Volcar en 3 moldes medianos previamente engrasados con mantequilla y enharinados.
Llevar al horno y cocinar a 180 °C de 20 a 23 minutos. Retirar, dejar enfriar sobre una rejilla y desmoldar.
Buttercream
En una olla a fuego mínimo, preparar un almíbar con el azúcar, agregando agua apenas hasta cubrir. Dejar que empiece a burbujear.
En una batidora eléctrica, batir a velocidad mínima las claras a temperatura ambiente junto con la esencia de vainilla.
Retirar del fuego el almíbar cuando las burbujas se comiencen a explotar más levemente y verter sobre las claras.
Continuar batiendo a velocidad media, hasta formar el merengue y que su temperatura disminuya.
Añadir la mantequilla pomada poco a poco. Seguir batiendo hasta integrar y que se enfríe por completo.
Armado
Armar el pastel apilando los 3 discos cocidos y colocando buttercream entre las masas. Cubrir toda la superficie y los lados, alisando con ayuda de una espátula.
Por último, decorar con granas doradas en el centro.