Con una comida de estudiadas sabores telúricos a cargo de Martin Molteni, perfectos para los vinos, Domaine Bousquet presentó nuevas cosechas y nuevos vinos.
El principal protagonista fue el vino ícono Ameri 2011, elaborado a base de uvas orgánicas 65% Malbec, 20% Cabernet Sauvignon, 10% Syrah, 5% Merlot, provenientes de viñedos propios ubicados en Alto Gualtallary, Tupungato, a una altura de 1200 m.s.n.m, uno de los de mayor altura de Mendoza.
Este blend tuvo una crianza de 15 a 18 meses en barricas de roble francés de 400 litros. Un vino de color púrpura, rojizo oscuro. De nariz intensa con aromas frutales mezcladas con especias dulces. En boca resulta elegante, equilibrado. Con vibrante acidez que lo convierte en fresco y bebible.
Se probaron también Domaine Bousquet Brut Rosé, elaborado con el Método Tradicional a partir de uvas orgánicas 75% Pinot Noir - 25% Chardonnay provenientes de viñedos propios ubicados en Alto Gualtallary. Y Domaine Bousquet Gaia White Blend 2015, elaborado a base de uvas orgánicas, compuesto por 85% Chardonnay. 15% Pinot Gris, provenientes de viñedos propios ubicados en Alto Gualtallary. Viene buenísimo en una época cuando que los blend blancos comienzan a ser tendencia.
Y, para mi absoluta felicidad, su tradicional rosé de la última cosecha, 2016, un delicioso vino recién nacido. Junio es el mes en que mejor se aprecian las virtudes de ciertos vinos del año, después quizás mejoren o no, en todo caso este mes es su momento de gloria. El rosé de Domaine Bousquet me recuerda por su color y estructura a esos vinos de Provence que emocionaban a Colette, la escritora que tuvo su bodega en la región. Un imperdible que aconsejo disfrutarlo inmediatamente o antes. Ni bien aparezca en las vinotecas. Siempre me gustó Esta edición aun más.
Todos estos vinos resultan perfectos para acompañar una grande bouffe gourmet. Son vinos para comer, como deberían ser todos los vinos.
Domaine Bousquet es el legado de una larga y prestigiosa historia con ese apellido, una familia que lleva cuatro generaciones de tradición vitivinícola, proveniente de la región de Carcassone, al sur de Francia. La bodega nació en el año 1997, cuando la adquirieron 240 hectáreas de viñedos, trasladándose desde Francia hasta el pie de la Cordillera de los Andes.
En el año 2002 Domaine Bousquet tuvo su primer cosecha y en su trayectoria se ha consolidado como líder de exportaciones del segmento "Vinos Orgánicos" con presencia en más de 40 países.
El principal objetivo de la familia Bousquet es combinar las técnicas de elaboración de vino europeas, con el clima y terroir excepcionales de la región. La filosofía de trabajo se enfoca en la preservación de la alta calidad de las uvas; por esa razón el manejo delicado de la fruta es el principio que los rige. Los viñedos cultivados orgánicamente tienen producciones más bajas, pero de más concentración y sabor que aquellos tratados con agroquímicos, permitiendo que los sabores únicos de los frutos de los viñedos se destaquen de manera asombrosa.
La enología está a cargo de Lenin Martínez y Emilio Abrahan, con el asesoramiento del reconocido hacedor de vinos norteamericano Paul Hobbs.
