Ensaladas donde se entreveran frutas y vegetales, hierbas y alguna especia.
El
melón se presta a combinaciones múltiples. Por ejemplo, en una
sopa fría con pimiento amarillo, limón, oliva y hojas de menta.
O con
boconccini de mozarela,
albahaca y
pimienta negra.
Damascos y
duraznos pueden reemplazar al melón.
La
sandía, sana tentación estival, puede combinarse con tomates, una ranita de apio aceite de oliva, vinagre de Jerez, sal y pimienta. Una variante del gazpacho para tener en la heladera y servirlo siempre como entrada.
Con las
cerezas también se puede elaborar una sopa fría, hay que descarozarlas, mezclarlas con tomates y
tomates secos remojados, un
chile y
sal marina.
Para una ensalada,
endivias,
peras,
queso azul y
nueces. Un clásico que sirve como entrada, como
guarnición o como fin de una comida reemplazando al
postre.
Para
asados, ensalada de
cebolla roja y
naranjas con oliva, equilibra la crasitud de las carnes.
Todas estas combinaciones no demandan más de unos minutos.
Para más recetas como estas, no dejes de ver Los 22 minutos de Julius.