Llega el otoño y con él se viene la transformación de nuestra cocina. Pasamos de los platos frescos y ligeros del verano a las salsas, las sopas y los guisos. Los postres con chocolate y frutos secos también comienzan a meterse en la mesa reemplazando a los pasteles de frutas frescas, helado o mousses.
Las legumbres son unos de los imprescindibles del otoño y el invierno. Ideales para elaborar guisos y platos con carnes y verduras. Uno de los más populares es el
guiso de lentejas. Puedes hacer una versión liviana o puedes hacer un plato bien completo. Si escoges la segunda opción, tendrás todo en uno: verduras, carnes y legumbres.
Las
sopas y cremas también son grandes aliadas de los días frescos. Hay infinidad de variedades pero lo ideal es elaborarlas en base a productos típicos de esta estación como la calabaza, el zapallo, el puerro y el brócoli, entre otros.
Las cebollas también son una excelente opción para encarar esta época del año. La receta es bien simple: rehogamos la cebolla en manteca y cuando esté dorada agregamos caldo de verdura, la crema y terminamos con parmesano rallado.
Los
guisos más tradicionales se preparan con
carne (vaca, cerdo o pollo), cebolla y morrones cortados, tomates o salsa de tomate, papa, zanahoria, arvejas, zapallo y las verduras que cada uno quiera añadir. Son muy fáciles de elaborar ya que se cocina todo en una misma olla y efectivos porque son sabrosos, suculentos y poseen proteínas, carbohidratos, fibras, vitaminas y antioxidantes. Todo en uno.
En lo que respecta a los postres, el chocolate es el rey junto con todos aquellos postres que lo incluyan en su elaboración. Uno de los más tentadores es el
volcán que se sirve caliente y acompañado con helado o crema montada. Sin dudas, es uno de los preferidos del invierno al igual que los
brownies y las
tortas elaboradas con frutos secos.
Otro clásico del invierno es el famoso submarino. Este consiste en agregarle una barra de chocolate a un vaso con leche bien caliente. A los niños les encanta y les da energía para sus actividades diarias. Lo ideal es acompañarlo con un
bizcocho esponjoso o galleta para sumergir en esta leche chocolatada.
La cocina, sin dudas, es uno de los lugares que más se disfruta durante las temporadas más frías del año ya que los momentos puertas adentro son más largos y las reuniones en familia o con amigos giran en torno a ella.